En diciembre, el Banco Central redujo las tasas de interés de los plazos fijos a 30 días del 133% al 110% anual. Esta medida se enmarca en el contexto de la eliminación de las Leliq a 28 días y los pases pasivos. Estos cambios dificultan conservar el valor de los depósitos en un escenario de alta inflación.
A pesar de que el rendimiento mensual de los plazos fijos es del 9%, la inflación estimada en 15% para febrero deja a los ahorristas con menos poder adquisitivo al vencimiento del plazo. Sin embargo, en términos de dólares financieros, el retorno fue superior al 30%, gracias a la depreciación del peso argentino.
El dólar contado con liquidación y el dólar MEP sufrieron depreciaciones significativas en febrero, lo que favoreció el rendimiento de los plazos fijos en dólares. A pesar de la negatividad en términos de tasa real, la estrategia de carry trade logró un mes con ganancias notables.
A pesar de la desaparición de los plazos fijos UVA a 90 días, los ahorristas se vieron beneficiados por el rendimiento en dólares en febrero. El benchmark CER aumentó considerablemente, destacando la importancia de elegir estratégicamente los instrumentos de ahorro en un contexto de fluctuaciones económicas.