Las autoridades de Estados Unidos están en alerta después de que un puma atacara y matara a un joven mientras cazaba en un área remota cerca de Georgetown, California. El incidente, que dejó a otro joven gravemente herido, ha conmocionado a la comunidad local y ha desencadenado una búsqueda intensiva para localizar al felino involucrado.
Los pumas, también conocidos como leones de montaña o cougars, han sido parte integral del ecosistema estadounidense durante siglos. Sin embargo, la relación entre humanos y estos majestuosos depredadores ha sido históricamente conflictiva.
A la 13.13 horas (hora local), la Oficina del Sheriff del Condado de El Dorado recibió una llamada angustiosa de un joven de 18 años, informando que él y su hermano de 21 años habían sido atacados por un puma mientras se encontraban en un cobertizo de astas. El joven de 18 años sufrió heridas traumáticas en la cara y fue trasladado de inmediato a un hospital cercano para recibir atención médica urgente.
Los agentes de la ley, junto con los servicios de emergencia, lanzaron una búsqueda desesperada del hermano del joven herido. Trágicamente, lo encontraron sin vida junto al puma, que permanecía agazapado cerca. Los agentes, en un intento por disuadir al animal, tuvieron que recurrir al uso de sus armas de fuego para acceder al sitio y brindar asistencia médica, pero lamentablemente ya era demasiado tarde.
El Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California se ha movilizado rápidamente en el área, desplegando equipos especializados para rastrear y capturar al puma responsable del fatal ataque. Este incidente es particularmente inusual, ya que los ataques de pumas a humanos son extremadamente raros en California.
Según datos del departamento, este es el primer ataque mortal de un puma en California en los últimos 30 años. El último incidente similar ocurrió en abril de 1994, también en el condado de El Dorado, donde una mujer perdió la vida en el Área Recreativa Estatal de Auburn. Desde 1890, solo se han registrado menos de 50 ataques de pumas a humanos en California, y solo seis de ellos han resultado mortales.
Este trágico suceso ha puesto de relieve la importancia de tomar precauciones en áreas donde habita la vida silvestre y subraya la necesidad de una convivencia segura entre humanos y animales salvajes en los entornos naturales.