El revés legislativo no solo fue una derrota en el ámbito parlamentario, sino que también desencadenó un conflicto político en el que Javier Milei entró en confrontación directa con gobernadores de diversas afiliaciones partidarias, afectando a legisladores y funcionarios. Esta situación nos remonta a los días frenéticos posteriores al balotaje y previos a la asunción presidencial, cuando en el Hotel Libertador se delineaba el futuro gabinete entre idas y vueltas.
"Todavía no hay novedades, cuando vuelva el Presidente habrá definiciones", expresaron esta mañana desde el Gobierno, al ser consultados sobre los avances en un posible acuerdo con el PRO. Mauricio Macri, quien ha estado activo al menos en las redes sociales (un terreno donde Milei se desenvuelve con confianza), retoma las negociaciones de aquellos días previos a la partida de Alberto Fernández, presentándose como un garante de la gobernabilidad. En el Congreso, donde se está acelerando la conformación de una alianza que daría a la Casa Rosada un mayor respaldo parlamentario, el PRO ha sido el único partido que ha respaldado de manera unificada el megaproyecto que finalmente fue rechazado.
El retorno del PRO al gobierno es una posibilidad, aunque nada está confirmado. Por un lado, en el partido amarillo hay preocupación por asociarse a un fracaso si el Gobierno no logra enderezar su rumbo. Por otro lado, en el Gobierno, donde hay optimismo respecto a una mejora económica tras las medidas de ajuste en curso, tampoco están dispuestos a entregarle una eventual victoria al PRO, especialmente luego del enfrentamiento frontal con la oposición y la decisión de acelerar los recortes liderada por Milei. "Algo habrá que ceder", señalan desde la Casa Rosada.
En este contexto, figuras como Santiago Caputo y Karina Milei están en el centro de las negociaciones, y actualmente hay vacantes en posiciones clave en Anses y Minería, tras la salida de funcionarios que respondían a gobernadores como Martín Llaryora y Gustavo Sáenz, quienes fueron señalados por Milei como "traidores". Aunque el recambio en el gabinete se consideraba una posibilidad dada la posible erosión del apoyo social en el contexto libertario, nadie parece estar ansioso por ocupar estos cargos.
Por otro lado, el PRO debe elegir sus nuevas autoridades el próximo mes, y a pesar de los llamados para que Mauricio Macri retome el liderazgo del partido, aún existen resistencias internas, especialmente por parte de Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Larreta ha cuestionado fuertemente a Milei por su falta de disposición para buscar consensos.
El partido cuenta con dos gobernadores, Ignacio Torres (Chubut) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos), quienes se mantienen más cerca de la coalición de gobernadores de Juntos por el Cambio, en línea con sus colegas radicales, que del rumbo que está tomando el PRO. Incluso se han desentendido de las elecciones internas del partido, centrándose en mantener la gobernabilidad en sus respectivas provincias. En este contexto, ambos mandatarios consideran necesaria una ampliación del espacio político.